jueves, 28 de enero de 2010

Tierra de nadie .

hola, una vez mas, nos encontramos en este foro de discusión que nos permite hablar, y expresar, lo que nos acontece día a día, para bien, o para mal.

El día de hoy, el motivo de reunirnos aquí, es un tema por demás indignante y que ha causado gran consternación entre la sociedad Mexicana, e internacional, me refiero, como quizás ustedes ya habrán intuido, al caso del delantero del América, Salvador Cabañas.

Lejos de preguntarnos, que hace un jugador en un bar a cierta hora de la madrugada, y por que estaba acompañado de su esposa,la pregunta obligada es, que hace un arma, al interior de un recinto nocturno, ? y además, donde estaba la seguridad? y por que los agresores huyen, como si se tratara de su casa. de la cual salen sin mayor reparo.

Es cierto¡ que este hecho ha sido cubierto por los medios, por tratarse de un personaje mediatico, y conocido por todos, por ser una figura pública, pero, cuanta gente puede haber, que no es salvador cabaás, que es maría, juan, pedro, andres, tu amigo, mi hermano, el novio, el sobrino, el hijo, de alguien, totalmente ajeno a la televisión, y a lo público, es cierto también, que la noticia ha cruzado nuestras fronteras, por la inmediatez de los medios electrónicos con que se cuenta hoy, que dirán en otros países,? "en México se están matando" "en México la muerte es algo cotidiano," "en México, el narco manda" o quien sabe, que otras barbaridades, pero también es cierto que vivimos en un país donde la denuncia no es exactamente la mejor manera de erradicar un mal que está creciendo a una velocidad insospechada, y que es bien sabido, ha rebasado a todas,¡ nuestras autoridades, lo sucedido las primeras horas del pasado lunes, no es mas que la punta del iceberg, de una realidad cada vez mas áspera, dura, y cruel, que estamos viviendo en México, bares donde cualquiera entra con un arma, vehículos, que transitan por las calles sin placas, impunidad total, corrupción a niveles altisimos, por que en México, y es triste decirlo, todo¡ o casi todo, se arregla con dinero, entonces de quien es tarea, prevenir estas situaciones,? tenemos que dejar de salir a la calle, tenemos que dejar de ir a divertirnos, tenemos que poner un candado en la puerta, y no volver jamas a la calle?

La respuesta es NO¡, debemos enfrentar las calles como hacemos siempre, debemos continuar con nuestras vidas, pero sobretodo, debemos decir lo que está mal, señalarlo, y sobretodo, aunque creamos que no sirva, denunciarlo, pues de nada sirve, gritar, y lanzar improperios al cielo, si no enfocamos, nuestras fuerzas, a quienes tienen, o se supone deberían tener, el poder, para frenar esta impunidad, es cierto que es una tarea que no terminará en un día, ni en una semana, ni es un mes, mucho menos en años, pero si cada uno, exigimos, y denunciamos con voz alta, al que irrumpe la ley, habremos hecho que poco a poco, nuestro país recupere su tranquilidad,y sobretodo, el orden, y la confianza en nuestro México, esa, que está tan perdida, esa, que está tan pisoteada por el crimen organizado, y la delincuencia.
Hoy en día tenemos mecanismos útiles que nos ayudan a hacer mas evidentes, las fallas de aquellos quienes nos suponen procurar una justicia expedita para todos nosotros, si se equivocan, o hacen algo bien, es sabido en instantes, en las principales redes sociales en nuestro país, la idea, señoras y señores, es es alzar la voz, pero al mismo tiempo actuar, que no quede en un grito lanzado al aire, que caiga, en un escritorio de la PGJ, o quiza de la PGR, para que nuestras voces sean escuchadas, tenemos, y debemos, sobretodo, recuperar, a nuestro país.

Muchas gracias. Waldo Madrigal .

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como bien dices queda en cada uno de nosotros comenzar a exigir a las autoridades un entorno de mayor seguridad.
Es cierto que hemos vivido con esto por años y que hay un factor de violencia generalizada en cada uno de nosotros, como si la cultura de la agresión se apoderara de nosotros.
La única forma de contrarrestarlo es dejar de lado el miedo que nos lleva a callar, a ser indiferentes y apáticos ante el fenómeno.
Gracias por esto.

Fenarete dijo...

Eso de que en la idiosincracia mexicana la muerte es algo cotidiano hay que ir poco a poco echándolo bajo el tapete. La muerte, diría Girard, no es otra cosa que la peor de las violencias posibles, la negación total del yo.

Saludos,

Carlos

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